miércoles, 14 de agosto de 2013

LA SALUD DE LAS ABEJAS

Primero se prohibió el uso de pesticidas con nicotinoides, ahora los que contienen fipronil. Todos representan un riesgo grave para la población de abejas. En España, hay unos 2 millones y medio de colmenas fundamentales para la polinización que hace que nuestras frutas y verduras sean apreciadas en toda la Unión Europea.
Un 84 % de nuestros cultivos y más del 80 % de las flores silvestres requieren ser polinizados por insectos. Sin embargo en España, y en Europa en general, el número de abejas y de otros polinizadores ha estado disminuyendo. En la UE hay más de 2.500 especies de abejas silvestres y una especialmente apreciada, la abeja melífera, que ha sido domesticada y produce una riquísima miel desde tiempo inmemorial, además de otros productos.  Las abejas son la salvaguardia de la biodiversidad. Se calcula que estos insectos aportan cada año, unos 22.000 millones de euros a la agricultura europea. La apicultura proporciona ingresos a más de 600.000 trabajadores en la UE.
En España hay unos 2.500.000 colmenas, de las que el 80 % pertenece a apicultores profesionales. Es el país de la UE que más riene. Se puede decir que cada Comunidad tiene su miel aunque solo dos, la miel de Granada y la de la Alcarria tienen el reconocimiento de la Comisión Europea como Denominación de Origen Protegida (DOP). Y una, la miel de Galicia como Indicación Geográfica protegida (IGP).
Durante mucho tiempo la desaparición lenta pero continuada de las abejas ha sido un misterio. Los estudios indican que no hay una causa única. Varios factores actúan solos o combinados entre si. Algunos son la utilización de pesticidas, virus, parásitos, los cambios medioambientales, los monocultivos que reducen la variedad de su alimentación y las debilita o los transgénicos que deprecian el valor de la miel.
Se calcula que la mortalidad de abejas en la UE los últimos inviernos, ha sido de un 20% y en algunos países ha llegado hasta el 53%.
En 2010 la Comisión estableció una estrategia para proteger la salud deestos insectos, identificar las causas y tomar medidas. En el marco de esa estrategia en mayo de 2012 destinó 3,3 millones de euros a 17 Estados miembros, entre ellos España, para que recogieran información suplementaria sobre la pérdida de colonias de abejas melíferas.
No existen medicamentos que puedan actuar contra los parásitos y virus que atacan a las abejas, pero si se conoce gracias a estudios llevados a cabo, entre otros, por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)y al documento orientativo sobre evaluación de riesgos de los productos fitofarmacéuticos en los ápidos, publicado por la EFSA el 12 de julio de este año, que tres pesticidas pertenecientes a la familia de los neonicotinoides minan la salud de los insectos.
Los Estados miembros tienen hasta el 30 de septiembre para retirar las autorizaciones que hayan dado para usarlos. Hasta el 30 de noviembre podrán utilizar las reservas que tengan y desde el 1 de diciembre no se podrán utilizar más.
Desde el 31 de diciembre de este año también estará prohibido usar otro pesticida: el fipronil. Las semillas que hayan sido tratadas con ese producto se podrán sembrar solo hasta el 28 de febrero de 2014. Los Estados miembros deberán vigilar que estas normativas se cumplan.