Una delegación de la Comisión Europea, en coordinación con el Banco
Central Europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad y la Autoridad Bancaria
Europea, ha llevado a cabo la tercera revisión del programa de ayuda financiera
a España entre el 21 y el 31 de mayo de 2013. El Fondo Monetario Internacional
participó también en su papel de controlador independiente. Sobre la base de la
revisión, se puede concluir que el programa continúa por buen
camino.
Desde la última revisión ha proseguido la estabilización de los
mercados financieros españoles, con una caída de los rendimientos de los bonos
soberanos y los valores de renta fija privada en un contexto de menor
volatilidad. Paralelamente, la situación de liquidez del sector español ha
seguido mejorando, lo que ha permitido a los bancos españoles continuar
recuperando el acceso a los mercados de financiación y reducir la dependencia de
la financiación por el Banco Central. Asimismo se ha reforzado la solvencia de
los bancos españoles tras la recapitalización de parte del sector bancario y la
transferencia de activos a la Compañía de Gestión de Activos (SAREB) y los
índices de solvencia superan los requisitos reglamentarios
El proceso de reestructuración bancaria está bien avanzado, guiado
por los planes de reestructuración, tal como se adoptaran por la Comisión
Europea, para aquellos bancos que han recibido ayuda estatal. Los exigidos
ejercicios de reparto de la carga con accionistas de los bancos y tenedores de
obligaciones subordinadas han seguido progresando.
Desde la última revisión se han dado importantes pasos en cuanto a
la separación de los activos tóxicos de los bancos, ya que se han completado
las transferencias previstas de activos a la SAREB, que ahora es plenamente
operativa. Esta nueva entidad, tras haber iniciado sus operaciones con éxito
sobre la base de su diseño, implantación y puesta en marcha en el momento
oportuno, se enfrenta ahora al importante reto de gestionar con éxito la cartera
de activos, y eventualmente deshacerse de la misma, en un contexto de unas
condiciones todavía muy difíciles para el mercado inmobiliario español.
Se ha seguido también avanzando respecto de la condicionalidad
horizontal del sector financiero. De esta manera, el cumplimiento de los
requisitos del Memorándum de Acuerdo es prácticamente total y se ha logrado
reforzar la gobernanza y el marco regulatorio y supervisor del sector bancario
español. Deben continuar los esfuerzos de aplicación en los ámbitos des reforma
de la gobernanza del sector de cajas de ahorros y cambio de los procedimientos
de supervisión del Banco de España. Se acogen con satisfacción las recientes
iniciativas del gobierno para reforzar la intermediación financiera no bancaria,
incluidas la financiación de los mercados de capital y la financiación no
bancaria mediante capital riesgo.
A pesar de esta evolución positiva, dados la adversa situación
económica, las grandes necesidades persistentes de desapalancamiento del sector
no financiero español y los ajustes en el mercado inmobiliario, que siguen
afectando gravemente a los volúmenes de préstamo e incidiendo en la calidad de
los activos del sector bancario español, debería proseguir una estrecha
supervisión del sistema para poder preservar la estabilización definitiva de las
instituciones de crédito. Se requiere vigilancia para contribuir a que se
mantengan estas tendencias positivas en la estabilización del sector financiero
español. Asimismo, es esencial que se completen y finalicen las medidas de
reparto de la carga previstas. En este contexto, el gobierno español se ha
comprometido a conciliar y equilibrar la justificada preocupación de los
deudores hipotecarios con la exigencia imperativa de estabilidad financiera. Se
debería supervisar la aplicación de la nueva ley en la materia para evaluar si
es apropiado el compromiso alcanzado o se requieren ajustes para garantizar la
estabilidad financiera. El diagnóstico en curso de la evolución de la calidad de
los activos, la solvencia y la resistencia de los bancos españoles sigue siendo
importante, en particular ante el próximo final del
programa.
La situación económica y presupuestaria sigue siendo un reto. Si
bien avanza la corrección de los desequilibrios internos y externos, se
mantienen los riesgos en el elevado desempleo, la contracción de la actividad,
la aún elevada deuda privada nacional y externa y la creciente deuda pública. En
sus propuestas de recomendaciones por país de 2013 y de senda revisada para la
corrección del déficit presupuestario excesivo, la Comisión hizo hincapié en la
necesidad de una mayor consolidación gradual de las finanzas públicas en los
siguientes años, que reforzara la administración pública y acelerara la
realización y aplicación de reformas en los mercados de factores y
productos
La próxima revisión se prevé que tenga lugar en septiembre de
2013
Fuente: Servicio de Prensa de la Comisión Europea en Madrid
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