jueves, 15 de diciembre de 2011

LA UNIÓN EUROPEA LE PLANTA CARA A LA CRISIS

Durante los días 8 y 9 tuvo lugar la reunión del Consejo Europeo que abarcó diversos aspectos sobre la gobernanza económica en la Unión Europea debido a la actual situación de crisis económica y la presión que los mercados están ejerciendo sobre la economía de algunos Estados miembros. Para ello el Consejo ha actuado en dos direcciones: un nuevo pacto presupuestario y una coordinación reforzada de las políticas económicas, por una parte, y por otra, el desarrollo de nuevos instrumentos de estabilización para hacer frente a los desafíos a corto plazo.

El pacto presupuestario comprometerá a los Estados a elaborar presupuestos equilibrados o con superávit, admitiéndose como máximo un déficit estructural anual del 0,5 % de su Producto Interior Bruto nominal. Este compromiso habrá de recogerse, como así ya lo ha hecho España, en las respectivas Constituciones, o mediante normas de rango equivalente. La norma ha de contemplar un mecanismo de corrección automática que se activará en caso de desviación, de manera que en periodos de crisis los Estados no puedan vuelvan a gastar más de lo que ingresan.

Se fijará también un calendario cerrado para que los países se adapten y se encaminen hacia el cumplimiento de este compromiso. Aquellos que estén sufriendo un déficit excesivo tendrán la obligación de presentar a la Comisión y al Consejo, para su refrendo, un plan en el que se deben de precisar las reformas que van a emprender para garantizar a medio y largo plazo que no van a gastar más de lo que ingresan. La Comisión y el Consejo tendrán capacidad de supervisión.

Asimismo se va a establecer un mecanismo para que los Estados miembros informen con antelación suficiente sobre sus planes de endeudamiento.

En el caso de que la Comisión detecte que algún Estado ha superado el límite máximo de déficit anual las consecuencias serán automáticas, salvo que una mayoría cualificada de Estados se oponga a ello. Por lo que se refiere a la deuda acumulada, aquellos Estados que presenten un endeudamiento público superior al 60% de su PIB, deberán comprometerse a ir reduciéndola progresivamente.

Se ha acordado asimismo por parte del Consejo el refuerzo en la coordinación de las políticas económicas, con el fin último de alcanzar una política económica común que garantice la estabilidad y buena salud del euro.

Estas medidas a largo plazo han de combinarse con otras cuya actuación debe de ser inmediata, destinadas a afrontar las tensiones sobre el euro y la deuda pública de algunos de los Estados. Se refuerzan de este modo los instrumentos destinados a apoyar a aquellos estados que están sufriendo tensiones sobre su deuda, así como aquéllas encaminadas a aliviar las presiones sobre nuestra moneda única.

El acuerdo, del que se ha desmarcado el Reino Unido por el recelo a que el compromiso del refuerzo de la coordinación de las políticas económicas y fiscales afecte a su todopoderoso sector financiero, va a ser probablemente ratificado, según palabras del Presidente del Consejo, Van Rompuy, por al menos 26 estados miembros, ratificaciones que deberán ser efectivas para la próxima primavera.

Ampliación

En otro orden de cosas, el Consejo ha ratificado el Tratado de Adhesión de Croacia, quedando pendiente su ratificación por parte de los 27 Estados miembros y la propia Croacia. Por lo que se refiere a Montenegro, las negociaciones para su adhesión podrían abrirse en junio del próximo año. Por último, y en relación a Serbia, El Consejo anima a Serbia a reforzar el diálogo y mejorar sus relaciones con las autoridades de Pristina (Kosovo), lo que a su vez repercutirá en una mayor estabilidad regional. La intención de la Unión es declarar el estatus para Serbia de Estado candidato en marzo del año entrante.

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