lunes, 10 de octubre de 2011

DÍA MUNDIAL Y EUROPEO CONTRA LA PENA DE MUERTE

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial y Europeo contra la Pena de Muerte. La abolición de la pena de muerte en todo el mundo es uno de los principales objetivos de la política de derechos humanos de la UE. En efecto, la UE considera que se trata de una pena despiadada que, además de violar la dignidad humana, no consigue erradicar los delitos violentos. La aplicación de la pena capital como consecuencia de un error judicial, posibilidad de la que ningún sistema legal está exento, acarrea la pérdida irreversible de vidas humanas.
La UE lidera los esfuerzos desplegados por las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo en sus campañas por la abolición de la pena de muerte, de las que es además la principal donante. La UE mueve todos los resortes de la diplomacia y la ayuda a la cooperación para avanzar hacia la abolición de la pena capital. En los lugares donde sigue existiendo esa pena, la UE aboga por su progresiva restricción e insiste en que se lleve a cabo en cumplimiento de unas normas mínimas internacionalmente acordadas.
La UE propicia la celebración de un debate público sobre esta cuestión que refuerce la oposición de los ciudadanos a la pena de muerte y ejerza presión sobre los países contumaces para que se decidan a abolir la pena de muerte o, al menos y como primer paso, para que introduzcan una moratoria. La UE también interviene contra la pena de muerte en foros internacionales como las Naciones Unidas; culminación de ese esfuerzo ha sido la serie de resoluciones sobre la moratoria de la aplicación de la pena de muerte adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En julio de 2011 se cumplió el vigésimo aniversario de la entrada en vigor del Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, principal instrumento internacional en pro de la abolición de la pena de muerte. La UE anima a todos los Estados a que ratifiquen ese Protocolo o se adhieran a él.
La UE es además la primera organización regional en haber adoptado normas que prohíben el comercio de mercancías utilizadas para la pena capital (y para la tortura y el trato degradante), así como la prestación de la asistencia técnica relacionada con esos productos. El compromiso político de la UE va acompañado de una cuantiosa ayuda financiera para los proyectos concretos
Fuente: Rapid

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