Como parte de su labor destinada a crear un sistema financiero más seguro y sano, evitar una futura crisis y restablecer la confianza del consumidor, la Comisión Europea propuso el pasado 12 de julio una serie de modificaciones de normas europeas ya existentes con el fin de mejorar la protección de los titulares de cuentas bancarias y de los pequeños inversores. La Comisión ha iniciado además una consulta pública sobre las posibilidades de mejora de la protección de los titulares de pólizas de seguros, incluida la posibilidad de establecer sistemas de garantía de seguros en todos los Estados miembros. En el caso de los titulares de cuentas bancarias, las medidas adoptadas hoy significan que, en caso de quiebra de su banco, dichos titulares recuperarían más rápidamente su dinero (en un plazo de siete días), se beneficiarían de una mayor cobertura (hasta 100.000 euros) y estarían mejor informados de cómo y cuándo están protegidos. En el caso de los inversores que recurren a servicios de inversión, la Comisión propone una indemnización más rápida si una empresa de inversión no restituye los activos de los inversores por fraude, mala gestión administrativa u errores operativos; por otro lado, el nivel de indemnización aumentará de 20.000 a 50.000 euros. Los inversores estarán también mejor informados de cuándo se les aplica el sistema de indemnización y mejor protegidos contra malversaciones fraudulentas si sus activos están en poder de terceros, como en el reciente asunto Madoff. Las propuestas, que se ajustan plenamente a los compromisos suscritos por la Unión Europea en el G-20, van a someterse a la consideración del Parlamento Europeo y del Consejo de Ministros.
Los principales elementos de la propuesta son los siguientes:
- Mayor cobertura: El nivel mínimo de indemnización de los inversores asciende actualmente a 20.000 euros. La propuesta de la Comisión aumenta ese nivel hasta 50.000 euros por inversor.
- Reembolsos más rápidos: Con la normativa actualmente vigente, los inversores deben esperar a veces varios años para recibir la indemnización. Esta situación debe cambiar con la propuesta de la Comisión, según la cual los inversores recibirán la indemnización correspondiente a más tardar en los nueve meses siguientes a la quiebra de la empresa de inversión. Este plazo es necesario, para permitir a las autoridades competentes investigar el asunto y determinar la posición de los distintos inversores.
- Una mejor información: Los inversores deben recibir información más clara y detallada sobre la extensión de la cobertura de sus activos; por ejemplo, el riesgo de inversión (pérdida de valor de una inversión debido a la pérdida de valor en bolsa o a la quiebra de un emisor) no entra en el ámbito de aplicación de la Directiva.
- Financiación responsable a largo plazo: Desde 1997 se vienen registrando en los Estados miembros una serie de casos de sistemas que no cuentan con fondos suficientes para indemnizar a los inversores por la pérdida de activos. La propuesta de la Comisión prevé la instauración de un nivel mínimo de financiación que deberá prefinanciarse íntegramente. En caso necesario, los sistemas podrán tomar prestado en última instancia un importe limitado a otros sistemas y mecanismos de financiación («préstamos mutuos»). Corresponderá a las empresas de inversión efectuar las aportaciones.
- Una protección más amplia: Actualmente, los inversores no siempre están protegidos en caso de que la empresa de inversión confíe la custodia de la garantía a una tercera parte y ésta no pueda reembolsar los activos. Asimismo, los partícipes en fondos de inversiones también pueden sufrir pérdidas en caso de impago por parte de un depositario o un subcustodio del fondo. El asunto Madoff en 2008 es un ejemplo reciente de fraude. La Comisión propone ahora que la normativa contemple tales situaciones.
Fuente: Servicio de Prensa de la Comisión Europea (RAPID)
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